7 de enero de 2013

¡Por un 2013 lleno de fracasos!

Empezamos el 2013 escuchando resoluciones y recomendaciones de todo tipo. De mi lado, estuve pensando un rato en cual podría ser mi mejor recomendación a amigos, colegas o lectores para su crecimiento profesional durante este nuevo año. Finalmente, la recomendación que elegí por su máxima potencialidad es la siguiente:

¡Que tengan todos un año 2013 con unos buenos fracasos!
Ojo que eso no es un mensaje de odio gratuito contra la sociedad: lo digo en serio y con un real espíritu de aportar al crecimiento profesional de cada uno.


Para mi, el fracaso es el motor más eficiente del aprendizaje humano. 

Desde el momento que nacemos, los errores o fracasos nos permiten adquirir conocimientos, habilidades y experiencia invaluable. Por ejemplo el bebe que quiere atrapar fuego se quema y este pequeño fracaso le deja una enseñanza que probablemente recuerde físicamente y mentalmente toda su vida, en forma mucho más potente que si un adulto le dice que si toca el fuego se va a quemar.


Haciendo mi retrospectiva personal del 2012, destaco unos momentos fuertes del año marcados por errores, fracasos y situaciones negativas. Y justamente son estos tropiezos que me permiten aprender más rápido, tener las ideas de mejora más potentes o compartir con colegas sobre mecanismos para evitarlas en el futuro. Mencioné previamente a Niels Bohr, que relaciona el expertise con la cantidad de errores cometidos en un dominio acotado. No digo que sin fracasos no se aprende, pero en mi opinión los fracasos son unos aceleradores fantásticos para el crecimiento profesional.

Cuando ayudo equipos a implementar Scrum, una condición casi necesaria al éxito es que el primer sprint sea un buen fracaso, con muchos problemas o impedimentos que no permitan cumplir los objetivos. Cuando pasa eso, predispone el equipo a cuidar los mecanismos de mejora continua (retrospectiva, etc.) y también motiva en ir mejorando de a poco a partir de un piso de partida bajo.


Entonces, ¿Cómo fracasar mejor?

1- El Error como Inversión
Como dice Alan Cyment en su ensayo El espiritu de Scrum - El arte de amar los lunes, la primera clave es considerar el error como una inversión. Es un cambio cultural que muchas veces toca varios niveles de una organización. En lugar de enfocarse en la perdida generada por el error (en dinero, tiempo, orgullo, imagen, etc.), mirarla como un inversión con dos beneficios: no solamente poder aprender algo que no debe repetirse, pero también como una fuente de creatividad para encontrar alternativas mejores (John Cleese tiene una muy linda frase sobre este tema).


2-Fail Fast, Small and Safe 
La segunda clave para mi para mitigar el impacto del fracaso es contar con un marco de trabajo que permita fracasar rápidamente, en forma acotada y segura.

  • Fracasar rápidamente quiere decir darse cuanta muy tempranamente que estamos errados. Para eso la mayoría de las metodologías ágiles evitan grandes planificaciones, análisis o diseño iniciales para entregar valor lo más temprano posible. Es un mecanismo muy potente para exponerse lo antes posible al feedback del usuario/cliente/negocio y poder aprender de sus errores y mejorar sin esperar al final de un proyecto. 
  • Fracasar en forma acotada tiene que ver con el trabajo iterativo recomendado en varias metodologías ágiles. Buscar resultados usables al final de una iteración corta (entre 1 y 4 semanas) y mostrárselos a los usuarios/clientes/negocio al finalizar esta iteración es la manera de fracasar en forma acotada. En el peor caso solo perdimos una iteración con el error, y no varios meses de trabajo, con lo cual en general nos podemos recuperara en las iteraciones siguientes, aprendiendo de lo ocurrido. 
  • Fracasar en forma segura se garantiza con el trabajo colaborativo en equipo y la mejora continua. Si además de poder fracasar rápidamente y en forma acotada podemos trabajar en equipo en forma colaborativa, podremos contar con el apoyo de todo el grupo para identificar un fracaso y tratar de mejorar en lugar de buscar un culpable. Generar un clima seguro donde cada uno pueda exponer los errores en un espíritu constructivo sin tratar de taparlos. 


3- Aprender de los Fracasos
Henrick Knibberg (lo mencioné en este post) destaca la importancia del proceso para mejorar el proceso. Para eso, la retrospectiva me parece el mecanismo clave de la mejora continua en las metodologías ágiles, y en cuanto a fracasos, tiene la ventaja de forzar los equipos a tratarlos en forma sistemática y periódica.

¿Que hacemos con los fracasos una la retrospectiva:?

  • Primero escuchamos a cada uno dar su percepción sobre lo que paso (quizás para uno es un fracaso y para otro no).
  • Luego tratamos de consensuar una visión común de los problemas y de sus causas.
  • Finalmente ideamos y elegimos una acciones concretas a aplicar en el corto plazo para mejorar. 

Cada uno de estos pasos tienen su propia importancia y es fundamental en el aprendizaje de los fracasos. 


Adicionalmente, quiero compartir una selección de 7 tips extraídos del libro "El lado positivo del fracaso", de John Maxwell, que si bien no lo recomiendo como una gran lectura, tiene algunos conceptos e ideas destacables:


1. Cambie su reacción ante el fracaso aceptando su responsabilidad.
2. No deje que el fracaso externo se meta dentro de usted.
3. Despreocúpese de usted y comience a darse a los demás.
4. Busque el beneficio en cada mala experiencia.
5. Si tiene éxito al primer intento, busque algo más difícil.
6. Aprenda de una mala experiencia y transfórmela en una buena experiencia.
7. Entienda que no hay mucha diferencia entre fracaso y éxito.


Para cerrar, como decía Samuel Beckett:
"Los has intentado. Has fallado. No importa. Inténtalo de nuevo. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor.

Así que: ¡Feliz 2013! ¡A fracasar mejor!

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